Roque dalton

Dalton sobresale de entre los miembros de la "Generación Comprometida", cuyo núcleo más militante fue el "Círculo Cultural Universitario" fundado por él mismo y Otto René Castillo, por ser el más culto, brillante y el que más ha conocido mundo. Cuando Roberto Armijo, su compañero de generación, viene bajando de las veredas de Chalatenango o cuando Manlio Argueta llega de San Miguel a la capital, Dalton ha estado ya en Santiago de Chile y ha sido representante estudiantil en Viena, Praga y Moscú. Sus referentes inmediatos para entonces son Pedro Geoffroy Rivas y Miguel Angel Asturias. Su poesía muestra ya dos constantes, amor y política, y sus raíces provienen de Pablo Neruda, que cantó la geografía continental y de César Vallejo, radiólogo del alma latinoamericana. Un elegante paso por el surrealismo con influencias de Michaux, Saint John Perse, Breton o Laurence Durrell será abono que le permitirá en el futuro resolver con genialidad e ironía lo más logrado de su poesía política.



          La figura de Roque ha sido abordada por muchos escritores contempóraneos como Julio Cortázar, Régis Debray, Hans Magnus Enzensberger, José Agustín Goytisolo, Ernesto Cardenal, Angel Rama y Efraín Huerta.
        Su precocidad influye en la conformación de un bagage cultural que le hace trascender las fronteras geográficas. En 1957, cuando ingresa al ahora extinto Partido Comunista Salvadoreño (PCS), del cual después se separa, viene de participar en política universitaria y de foguearse en congresos europeos mientras sus coétaneos ni siquiera han bajado de los volcanes a la capital. La vida de Dalton fue un intenso viaje cuyo itinerario es posible descubrir en su poesía y su actuación política. Escalas de este peregrinar fueron Santiago de Chile, México D.F., Viena, Moscú, Praga, Berlín, La Habana, Nordcorea, París, y San Salvador